Las mejores películas y series basadas en cómics de superhéroes

Viñetas en acción

El género superheroico está viviendo un momento de máximo esplendor. Sus éxitos de taquilla y la madurez de sus formas así lo atestiguan. Las recientes versiones de Batman o Spiderman han convertido el género en un fenómeno singular incrustado en la cultura pop.

Este libro –escrito para divertirnos y emocionarnos– hace un repaso a las mejores adaptaciones desde las viñetas de un cómic a la pantalla. Películas y series de un género que multiplica sus diferentes versiones cada vez hacia más altas cimas cuyo techo parece no vislumbrarse todavía.

Algunas de las obras que aparecen son:

  • X-Men (2000): La trilogía original que lo cambió todo.
  • Superman Returns (2006): Cuando el hijo se convierte en padre, y el padre en hijo.
  • Spider-Man, un nuevo universo (2018): El sueño pop art de todo diseñador gráfico.
  • El caballero oscuro (2008): La primera película basada en un cómic que recaudó mil millones de dólares.
  • Watchmen, la serie (2019): Una maravilla narrativa con acción y suspense.

DIVULGACIÓN – Cine, series, literatura, cómic y videojuegos – 2022 – Ediciones Redbook


“El género superheroico siempre ha tenido un lugar en las pantallas ―en unas épocas más y en otras menos―, pero no fue hasta la primera década del siglo XXI cuando se dio la verdadera explosión que aún estamos viviendo (…). Así pues, los fans de los superhéroes no tenemos por qué preocuparnos: nuestros cines van a seguir rebosando de capas, mallas y mamporros durante mucho, mucho tiempo.”



“Sénder analiza el árbol genealógico del género, la evolución del mismo, las causas de su popularidad y algunas curiosidades de las producciones más reseñadas, todo ello desde un planteamiento que pretende divertir y emocionar a partes iguales aportando, al mismo tiempo, la profundidad necesaria para sumar al relato la correspondiente épica y espectacularidad propias del género superheroico.”

Cinentérate

“Jöse Sénder es un tipo que sabe muchísimo de superhéroes, en el cine y fuera del cine, y la prueba la tenéis en este libro.”

-Joseba Fiestras, Radio Vitoria

¿Quieres leer la primera página para ver si te atrae? Aquí la tienes:

SUPERHÉROES… ¿DE DÓNDE VIENEN?

Cuando hablamos de cómics, «¿cuál fue el primer superhéroe?» tiende a ser la pregunta del millón, además de una de las que más enfrentamientos provocan entre el intenso fandom. Aunque sin duda estarás pensando en cierto extraterrestre bonachón con la extraña manía de ponerse los calzoncillos por encima de los pantalones, catalogarlo como el primero no sería del todo exacto. Antes que nada, ¿qué consideras un superhéroe? Dependiendo de la definición, puedes razonar que la tradición la inició uno u otro. Algunos diccionarios lo definen como un personaje con superpoderes que lucha contra el mal, pero esta descripción dejaría fuera de la lista a personajes como Batman, Ojo de Halcón o Iron Man, a los que todos a día de hoy consideramos parte del género aunque no tengan poderes sobrenaturales. Sería entonces más adecuado decir que un superhéroe es alguien con habilidades fuera de lo común ―un concepto más ambiguo, que puede comprender desde lanzar rayos por los ojos hasta un excepcional manejo de la espada―, que se oculta tras un disfraz curioso y un nombre de guerra para pelear contra malvados y ayudar al prójimo.

Aunque los antecedentes más lejanos de los superhéroes los encontramos en los semidioses mitológicos que ayudaban a la humanidad, como Heracles, Beowulf o Gilgamesh, aquí hemos venido a hablar de tebeos y películas. Hay quien considera a Superman el primero «completo», que combina todos los rasgos de un superhéroe en un solo personaje y no se deja ni uno: nombre llamativo, disfraz vistoso, identidad secreta y superpoderes. El problema es que el bueno de Kal-El no apareció como superhéroe hasta 1938, en el Action Comics nº 1. Su primera aparición fue como villano en 1933, en un relato breve autopublicado de los mismos autores, que cinco años más tarde decidirían reescribirlo y venderlo como héroe. En lo que sí coinciden muchos estudiosos del cómic es en que a esta versión primigenia se la podría considerar el primer supervillano con todas sus letras ―aunque no aparecía en viñetas, sino en una historia narrada en texto, así que tampoco cuenta―.

Algunos historiadores coinciden en señalar como el primer superhéroe de la ficción a la Pimpinela Escarlata, héroe de una obra de teatro homónima de 1903 que se adaptó al cine mudo en 1917 y que ya mostraba rasgos superheroicos: identidad secreta, nombre llamativo, disfraz y gran destreza como espadachín ―aunque su cometido en la vida era salvar a la nobleza francesa de los «malvados rebeldes», así que lo de considerarlo un héroe ya lo dejamos al criterio de cada uno―. Luego vendría, por supuesto, el mítico Zorro, que apareció en 1919 en la literatura de las revistas pulp y enseguida fue adaptado al cine en 1920, con La marca del Zorro. Como curiosidad, esta es, canónicamente, la película que había ido a ver Bruce Wayne al cine cuando asesinaron a sus padres, con lo que nos dejaban claro en qué superhéroe anterior estaba inspirado Batman.

Pero estos primeros superhéroes mencionados no nacieron en el cómic, sino en el teatro o la novela ―el Zorro no daría el salto al arte secuencial hasta 1948―. Entonces, ¿cuál fue el primero que se creó específicamente como personaje de tebeo?

Pues nada menos que Mandrake el Mago.

Se trataba de un hechicero hipnotizador con capa y chistera, que ya combatía con sus poderes a criminales, mafiosos, alienígenas y monstruos en 1934, cuatro años antes que Clark Kent. Le seguirían otros como Ka-Zar, el Avispón Verde, el Hombre Enmascarado, La Sombra, el Llanero Solitario, Batman o el Capitán Marvel original ―o sea, Shazam―. En 1939, el nº 1 de la revista Marvel Comics haría historia con las apariciones de la Antorcha Humana, Namor y el Ángel. Y en 1940 lo haría la editorial Fiction House creando a la primera superheroína, Fantomah.

En cuanto a sus adaptaciones audiovisuales, que a fin de cuentas es el tema sobre el que has venido a leer, pasó exactamente lo mismo. Los primeros en ser adaptados al cine fueron, respectivamente, la Pimpinela Escarlata y el Zorro, que por algo habían sido también los primeros en ser escritos. Y de los superhéroes de cómic, el primero fue también Mandrake, cuyo primer serial se estrenó en cines en 1939. Le seguiría el Capitán Marvel en 1940, Superman unos meses más tarde, tanto el Hombre Enmascarado como Batman en 1943 y el Capitán América en 1944. Por tanto, el hechicero Mandrake acapara los honores tanto de ser el primer superhéroe de cómic como el primero en dar el salto al celuloide.

Desde ese momento, el género superheroico siempre ha tenido un lugar en las pantallas ―en unas épocas más y en otras menos―, pero no fue hasta la primera década del siglo XXI cuando se dio la verdadera explosión que aún estamos viviendo, gracias al nacimiento del Universo Cinematográfico Marvel, o MCU. A día de hoy, con montones de películas y series de superhéroes bombardeando nuestras sinapsis a todas horas, hay quien dice que es un género con fecha de caducidad y que la gente acabará por aburrirse. Pero en fin, lo mismo decían de los grandes blockbusters de aventuras que Spielberg y compañía inauguraron en los años setenta y, hasta donde he visto, es un género que sigue arrasando medio siglo después.

Así pues, los fans de los superhéroes no tenemos por qué preocuparnos: nuestros cines van a seguir rebosando de capas, mallas y mamporros durante mucho, mucho tiempo.


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